Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos

Todas las actividades humanas generan residuos. Es un problema complejo, vital en términos del impacto al medio ambiente.

En las antiguas civilizaciones, los residuos se componían principalmente de cenizas, maderas, huesos, restos de cerámica. Elementos fácilmente biodegradables.

El gran dilema surgió a partir de la Revolución Industrial, cuando los residuos sólidos generados fueron aumentando en cantidad y en peligrosidad.

Las nuevas tecnologías empezaron a producir algo más que confort.

En el siglo XX, en las décadas del ’60 y del ’70, se popularizó la fabricación y uso de envases y embalajes para distintos productos que antes se comercializaban en forma suelta o al peso. Esto multiplicó notablemente el problema de la basura. Es por eso que lograr una buena gestión de los residuos sólidos urbanos se vuelve cada vez más importante para alcanzar el objetivo del equilibrio ambiental y una buena calidad de vida para todos.

Energía de Biomasa

La biomasa es toda la materia orgánica que se encuentra en la tierra, ya sea vegetal o animal. Como fuente de energía presenta una gran versatilidad y permite obtener combustibles sólidos, líquidos o gaseosos.  La energía obtenida de la biomasa proviene de la luz solar que, gracias a la fotosíntesis, es aprovechada por las plantas verdes que toman el dióxido de carbono del aire y lo transforman en sustancias orgánicas.  La virtud de la biomasa radica en que su aprovechamiento no contribuye al aumento de los gases de efecto invernadero, ya que el dióxido de carbono generado por la combustión de la biomasa es reabsorbido mediante la fotosíntesis en el crecimiento de las plantas necesarias para su producción y, por lo tanto, el balance de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera es neutro.

Prácticamente todas las actividades agrícolas, forestales, pecuarias y agroindustriales generan residuos que son fuentes de energía biomasa. Por ejemplo, el follaje de la caña de azúcar que además evita la quema del cañaveral y las deyecciones del ganado, entre muchas otras.  Los residuos urbanos, sólidos y líquidos, también son una interesante fuente de energía biomasa y su aprovechamiento contribuye, asimismo, a solucionar graves problemas de contaminación y degradación ecológica.  Los cultivos energéticos son aquellos destinados únicamente a la producción de energía, como puede ser una plantación de girasol o soja, para la producción de biocombustibles. La vegetación acuática se incluye en este tipo de energía. Existen ya plantas que producen biodiesel a partir de algas.  Actualmente, la biomasa es considerada una clara opción de futuro, por su carácter renovable y no contaminante y por su capacidad de generar empleo y activar las economías regionales.