Normas ambientales
En la década de 1990 la problemática ambiental se debatía seriamente en muchos países los cuales comienzan a implementar sus propias normas ambientales. Se hacía necesario tener un indicador universal que evaluara los esfuerzos de una organización por alcanzar una protección ambiental confiable y adecuada. En este contexto, la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) fue invitada a participar a la Cumbre para la Tierra, Río 1992, comprometiéndose allí a crear normas ambientales internacionales, denominadas luego ISO 14000. Las ISO 14000, revolucionaron la forma de enfocar y tratar asuntos ambientales. A su vez proveyeron un lenguaje común para la gestión ambiental al establecer un marco para la certificación de sistemas de gestión ambiental por terceros. Además ayudaron a las industrias a satisfacer la demanda de los consumidores y agencias gubernamentales referidas a una mayor responsabilidad ambiental.
Al implementar y mantener el cumplimiento de ISO 14001, las empresas se involucran en un programa de gestión ambiental eficiente y acrecientan su competitividad en el mercado, contribuyendo al desarrollo sostenible. En Argentina una de las entidades de certificación más reconocidas es el IRAM, Instituto Argentino de Normalización y Certificación, asociación civil sin fines de lucro, constituida como tal en 1935.
Energía solar
El
aprovechamiento de la energía solar requiere de
dispositivos o tecnologías que capten la energía proveniente
del Sol, y la transformen en otra forma de energía compatible
con la demanda que se pretende satisfacer. Podemos hablar de dos tipos de aprovechamiento de
la energía solar: el que se
utiliza para producir energía térmica (